Reflexiones
-He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, solo puedo convertirme en alguien a quien se puede amar. El resto depende de los otros.
-He aprendido que se pueden requerir años para construir la confianza y únicamente segundos para destruirla.
-He aprendido que lo que cuenta en la vida no son las cosas, sino las personas que tengo alrededor.
-He aprendido que no puedo compararme con lo mejor que hacen los demás, sino con lo mejor que puedo hacer yo.
-He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante, y que pueden ocasionar dolor durante toda una vida.
-He aprendido que es importante practicar para convertirme en la persona que yo quiero ser.
-He aprendido que siempre debo despedirme de las personas que amo con palabras amorosas; podría ser la última vez que las vea.
-He aprendido que con los amigos podemos hacer cualquier cosa, o no hacer nada, y tener el mejor de los momentos.
-He aprendido que simplemente porque alguien no me ama de la misma manera en que yo quisiera no significa que no me ame a su manera.
-He aprendido que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son tontos; pocas cosas son tan humillantes como esta.
-He aprendido que las personas se mueren demasiado rápido.
DULCE MARÍA LOYNAZ
EL AMOR INDECISO
Un amor indeciso se ha acercado a mi puerta…
Y no pasa; y se queda frente a la puerta abierta.
Yo le digo al amor: -¿Que te trae a mi casa?
Y el amor no responde, no saluda, no pasa…
Es un amor pequeño que perdió su camino:
Venía ya la noche… Y con la noche vino.
¡Qué amor tan pequeñito para andar con la sombra!…
¿Qué palabra no dice, qué nombre no me nombra?…
¿Qué deja ir o espera? ¿Qué paisaje apretado
se le quedó en el fondo de los ojos cerrado?
Este amor nada dice… Este amor nada sabe:
Es del color del viento, de la huella que un ave
deja en el viento… -Amor semi-despierto, tienes
los ojos neblinosos aun de Lázaro… Vienes
de una sombra a otra sombra con los pasos trocados
de los ebrios, los locos… ¡Y los resucitados!
Extraño amor sin rumbo que me gana y me pierde,
que huele las naranjas y que las rosas muerde…,
Que todo lo confunde, lo deja… ¡Y no lo deja!
Que esconde estrellas nuevas en la ceniza vieja…
Y no sabe morir ni vivir: Y no sabe
que el mañana es tan sólo el hoy muerto… El cadáver
futuro de este hoy claro, de esta hora cierta…
Un amor indeciso se ha dormido a mi puerta…
DULCE MARÍA LOYNAZ